En tiempos de tanta conmoción, el mes de noviembre nos ofrece una linda oportunidad de detenernos y darle un lugar especial a la Virgen María, procurando seguir el ejemplo de humildad y servicio que ella nos brindó al aceptar ser la madre de Dios.
Como Madre nuestra que es, pongamos en ella nuestras preocupaciones, anhelos y esperanzas para que nuestro Chile logre la paz que todos deseamos. Los invitamos a descargar aquí una propuesta para unirnos en la oración.